5 buenos hábitos alimenticios para alcanzar tus objetivos de salud

5 buenos hábitos alimenticios para alcanzar tus objetivos de salud

Si tienes entre 30 a 59 años de edad, este correo fue hecho pensando en ti.

Seguramente te has dado cuenta que tu metabolismo no es el mismo que a los veintes; desde que el cuerpo no responde con la misma rapidez a los cambios de dieta, hasta el trabajo que nos cuesta reponernos de una desvelada, pasando por el dolor en articulaciones y cualquier “achaque de edad”.

Todo esto pasa por que a partir de los 30 años nuestro metabolismo va en un ligero descenso, que puede ser muy notorio si nuestros hábitos de ejercicio y alimentación previos no han sido los mejores.

Cerca del 20% de las muertes que ocurren antes de los 70 años son atribuibles a enfermedades crónicas en las cuales la nutrición juega un papel importante para prevenir y/o controlar, por lo cual te dejo algunas recomendaciones que puedes incorporar a tu día.

# 1 Haz actividad física

Para que el ejercicio no sea abrumador empieza por romper las horas de inactividad.

Si llevas un año en home office y ahora tus horarios laborales se han extendido, programa alarmas cada 2 horas para ponerte de pie, estirarte, hacer algunas flexiones o salir a caminar y despejar la mente.

Si esto ya lo haces, fija una meta de pasos al día hasta llegar a 10,000.

# 2 Prefiere alimentos enteros y limita los refinados

Los granos enteros por ser alimentos sin procesar, tienen una gran calidad nutrimental en cuanto a fibra y vitaminas, contrario a los refinados. Además de ayudarnos a moderar las porciones por el grado de saciedad que nos aportan y a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas o diabetes.

# 3 Limita tu consumo de ahumados y embutidos

Los productos ahumados además de contener algunos hidrocarburos dañinos para la salud, contienen mayor cantidad de sodio. Los embutidos como seguramente ya has escuchado, también contienen sodio y nitratos, por lo que si tienes antecedentes familiares de hipertensión, enfermedad renal o enfermedad cardiaca, estos alimentos pueden contribuir de manera importante a que desarrolles complicaciones.

# 4 Come frutas y verduras

Las frutas y verduras no contienen grasas y son ricas en fibra, vitaminas y minerales. Establece la meta de introducir al menos una verdura en todos tus platos principales.

# 5 Aporta variedad a tus comidas

Para que la incorporación de frutas, verduras y granos enteros no sea aburrido, procura cambiar el tipo de alimentos, así como la forma en que los preparas. Establece una estrategia para abastecer estos alimentos en función de la temporada y tu localidad y disfruta de experimentar en la cocina con diferentes recetas.

Estas 5 recomendaciones necesitan tiempo para desarrollarse como hábitos. Se paciente y evalúa semanalmente tu progreso. Es normal regresar a rutinas establecidas, cuando notes que estás regresando a lo anterior, en lugar de rendirte, haz un plan para prevenir que vuelva a pasar y persevera. Estos cambios, por pequeños que sean, marcan una gran diferencia en nuestra salud.